¡Cómo nos gusta ensuciarnos!
La gymkhana guarra es todo un clásico en el campamento. Este año, según testimonios de los chavales, no fue tan asqueroso como otros y no hizo falta manguerazo final. Eso hizo que, al final, a la hora de lavarse, explotara una guerra de agua a calderazo limpio. ¡Menuda locura!
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