Ay, qué nostalgia del campamento... sin duda, esos días juntos nos han dado tantas buenas experiencias y hemos crecido enormemente, no sólo los chavales sino también los monitores y cocineros porque todos tenemos algo que aprender de los demás.
Este campamento se ha dedicado mucho a la concienciación de que TODOS somos importantes, desde el himno, las actividades, las veladas, los tiempos tranquilos, tiempos libres, talleres, los buenos días... Espero que todos hayáis aprendido tanto o más de lo que he hecho yo.
Una de los temas más importantes que hemos trabajado ha sido la solidaridad y el respeto por otras culturas y religiones. Y es que, aunque se te trate de culturas muy diferentes, la base religiosa es la misma, independientemente de cómo llamen a su dios. Los valores que se inculcan en todas las culturas son el respeto y el amor por la familia, entre otros. Yo no sé si habremos conseguido nuestro objetivo de convertirnos todos en una gran familia, eso se verá con el tiempo pero, desde luego, hemos puesto todo nuestro empeño por comenzar algo bonito y perdurable.
Uno de las pequeñas acciones que hemos llevado a cabo fue esa especie de hermanamiento con la India, gracias a Jesús María. Si queréis ver imágenes del proyecto que se está realizando allí con los chicos de la Universidad de Burgos, pinchad AQUÍ.
Y para los que no estamos en Bangalore, espero que sepamos todos continuar lo que hemos empezado.
¡Hasta la siguiente entrada!
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